23 de abril de 2015

ALEKSANDR KUSHNER de "Apollo in the snow"




¡No ser amado! ¡Dios mío!
¡Qué felicidad es ser un infeliz!
Caminar bajo la lluviecita a casa
con el rostro enrojecido y ausente.

Qué tortura el paraíso
de estar sentado con el labio mordido,
morir diez veces al día
y hablar consigo mismo.

¡Qué vida, volverse loco
y como una sombra andar por la habitación!
La alegría de aguardar una carta
durante meses, y que no llegue.

Quién dijo que el mundo se rinde a nuestros pies,
envuelto en lágrimas y conforme?
Es indiferente y cruel,
de verdad, hermoso.

¿Qué haré con mi dolor?
Dormir. Que la noche cubra mi cabeza.
Si no estuviera feliz con él,
dejaría de amarlo.

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